Los polígonos industriales son elementos imprescindibles para el desarrollo económico local, y una fórmula de éxito para generar una industria competitiva, formada por diversos sectores de actividad complementarios.
Si estás iniciando tu proyecto empresarial, o si ya tienes en marcha el negocio pero te planteas un cambio de localización (por temas de espacio, de clientes, de proveedores, de logística…), elegir una buena ubicación es muy importante.
Dependiendo de tus intereses, puede que tu mejor opción sea instalarte en suelo industrial. Te contamos algunas ventajas de estar ubicado en un polígono.
Red de suministros
Hay empresas, sobre todo en el sector de la fabricación, que necesitan para elaborar sus productos suministrarse de otras empresas, por tanto, buscarán estar cerca de sus proveedores, los cuales en muchas ocasiones están situados en polígonos industriales. Si este es tu caso, ubicarte en suelo industrial puede ayudar a que el desarrollo y procesos de la cadena de suministros sea más eficiente y nunca se interrumpa: ahorrarás tiempo, dinero y espacio de almacenaje, y además tu capacidad de reacción (por ejemplo, ante un pedido urgente) será mucho mayor.
Apoyo entre empresas
Da igual si se trata de empresas de tu sector o de otro: el estar todas ubicadas en un mismo espacio produce un efecto de comunidad y de solidaridad con el compañero. Tanto a la hora de que alguien te eche una mano como a la hora de buscar un socio para trabajar, las empresas de un mismo polígono tenderán a valerse entre ellas para su negocio. ¡Podrías encontrar muchas sinergias!
Amplitud
Normalmente, los espacios son más grandes y están preparados para fabricaciones a gran escala. Aunque seas un negocio pequeño, siempre podrás crecer y no te verás limitado por el lugar físico en el que trabajas.
Transporte y comunicaciones
Actualmente, los polígonos industriales están muy bien comunicados con las ciudades que se encuentran próximas a ellos. En el caso del polígono El Cerro, existen autobuses y la conexión por carretera es directa.
